(En enero de 2011, y gracias al concurso Jóvenes periodistas del CICR, tuve la fortuna de visitar la misión del CICR en Filipinas para reportar sobre la situación de los jóvenes. Este post es parte de una serie que escribí sobre esta visita. Da click aquí para ver el resto de los posts.)
Describí en mi artículo lo que se ve en un día con los chicos inspiración en patas de la Cruz Roja Juventud de la oficina de Rizal, pero fue una experiencia tan enriquecedora que quise postear unas cuantas fotos que tomé ese día.
Rizal es una provincia a unos 15 kilómetros de Manila; es una zona urbana que fue llamada en honor de José Rizal, héroe nacional filipino que, coincidentemente, es autor de una frase que retrata la confianza depositada en la juventud, y a la que responden los voluntarios que conocí ese día: “La juventud es la esperanza para nuestro futuro”.
Me uní a este entusiasta grupo de jóvenes de la Cruz Roja Filipina lo suficientemente temprano para verlos prepararse para el día. Después de un rato, llegamos al barangay escogido para que pudieran buscar a gente joven con quien hablar.
Y cuando digo “buscar gente joven con quien hablar”, en verdad quiero decir “buscar gente con quien hablar… ¡en todos lados!” Sí, hasta en la tiendita.
Éste es un saludo especial a las chicas valientes que buscaron a su público en un kinder. Aunque apenas pasan los veinte años de edad, estas chicas no tuvieron un solo momento de duda cuando entraron a llevar a cabo la actividad que planearon para los más jóvenes.
Eso se adquiere con la experiencia, creo yo. Lo han hecho durante mucho tiempo ya, a pesar de ser tan jóvenes. Estos chiquitos están en buenas manos.
Pero ellos no son los únicos que están en buenas manos; jóvenes de todas edades tuvieron a alguien con quien hablar.
Estos jóvenes voluntarios fueron vistos con curiosidad ese día. Para la gente que vive en zonas vulnerables, ver a jóvenes que se acercan para ayudar no es siempre una ocurrencia común.
… Y, como yo no estaba platicando con los chicos, ¡pude tomar fotos cada vez que vi una cara preciosa!
Usar fotos de niños felices siempre es una buena manera de terminar un post, pero tengo que expresar todavía más razones por las cuales amo a los chicos de CRF Juventud tanto:
¡Hacen los comentarios del día en una sesión de comida! (Y fueron lo suficientemente amables de dejarme comer este postre tradicional Pinoy hecho de arroz, e inclusive una rebanada de pastel de chocolate).
Muchos, si no es que la mayoría, de estos jóvenes inicialmente se involucran con la CRF gracias a una competencia de primeros auxilios que la CRF lleva a cabo en todo el país como una manera divertida de enseñar a los jóvenes el trabajo de la organización. Reclutadores de voluntarios en ONGs: es hora de aprender de su experiencia. A pesar de que esta competencia es sólo un juego, es suficiente para atraer a muchos jóvenes (o al 75% de la fuerza de trabajo de la CRF, como no puedo dejar de recordarles) a ser voluntarios.
¡De verdad son la neta, jóvenes de la CRF! Todos los voluntarios que conocí en las diferentes oficinas tenían historias bellísimas sobre su aprendizaje como voluntarios, sobre la visión que tenían para el futuro de su país. Todos trabajaban muchísimo, y lo más importante: todos sabían cómo divertirse mientras lo hacían.
Salamat por el tiempo que estuvieron dispuestos a pasar conmigo, (por toda la comida deliciosa), por todas las oportunidades para sacar fotos… Y por toda la inspiración que todavía me dan cuando recuerdo ese día. ¡Sepan que muchas personas en mi país están escuchando su historia!
Créditos de imágenes: © ICRC/García Montes, Mariel
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