¿No les ha pasado que, cuando ven proyectos morir cuando se acaban los fondos, les entran las ganas de empezar a vender galletas y pasteles pa’ la cooperacha?
Bueno: los chicos de Algo en Común, una A.C. mexicana que busca maximizar el retorno social de la inversión y que da sus primeros pasos, hicieron de un deseo similar un evento inaugural tan padrísimo que merece un post entero. Atención, recaudadores de fondos.
Algo en Común no organizó una venta escolar; juntó a un grupo diverso para una experiencia culinaria colaborativa. Tampoco lo hizo sólo con el fin de financiar proyectos internos; lo hizo para cumplir su misión involucrando a gente que, de otra manera, jamás se sentaría a platicar y compartir alimentos.
Pero, especialmente, no vendió brownies para tomar con un vaso de leche; inspiró creaciones que deben ser degustadas (dicen por ahí) con una copa de vino, compartidas con nuevos amigos, y acompañadas por la música de los organilleros del Centro Histórico del D.F.
Para todos los que no recaudamos un peso sin hacerle ojitos a los jefes, aquí una pequeña lección de título Lo necesario para Algo en San Juan.
(Pssst: para las fotos de verdad, hay que estar al tanto de las que sacó la fotógrafa profesional del evento, Diana Verdin)
1. La caminata de sábado por la mañana en el Centro Histórico
¿Qué tienen en común un niño de primaria chilango y el ejecutivo más alto de la empresa chilanga de su preferencia? Seguramente estuvieron en el Centro un sábado por la mañana al menos una vez en su vida. Así que ya saben que hay un buen contexto para encontrar algo en común en un grupo de 30.
2. Un tour en el Mercado de San Juan (el de Pugibet, para los comilones).
Si hay algo que puede unir más que un grito de “¡güerito, le manejamos el Güindos a diez varos!”, seguramente es la comida. ¿Y qué centro culinario es más interesante en el Centro que el mercado de San Juan?
Hay para todos los gustos: los veganos pueden reafirmar su compromiso revisando pescados de ojos saltones, conejos y cuerpos de ternera. Si lo que quieren más bien es alimentar a su alpha male en paleo-diet, pues venden hasta carne de león.
Para los que gustamos de los colores, hay verduras de todo tipo, con todo y puestos especializados (los que venden sólo calabazas chinas, los que venden porcini y todo tipo de hongos deshidratados).
Cuando creía que un programa académico del otro lado del charco me había arrebatado el amor por el ibérico, el sabor del aceite de olivo y el pan español, llegué a la Jersey. Lo que hay que resaltar: la pasión de su dueño por el concepto que defiende en su puesto (las tapas, dice, llegaron a México para quedarse por la influencia de los exiliados de la Guerra Civil), y el queso manchego de tres leches.
Todos soñaremos muchas, muchas veces, con ese queso.
3. El consejo de las expertas (y qué consejo).
Las actividades culinarias del día no habrían sido lo mismo sin la guía de dos profesionales de la gastronomía: Josefina Santacruz, chef a cargo de Dumas Polanco, y Maite Serrano, chef y también presidenta del patronato de Mensajeros de la Paz. Desde consejos sobre cómo escoger pescado hasta la historia de los productos en México, Josefina y Maite se aseguraron de que hasta los comilones más comilones se fueran con nuevas visiones culinarias en la mente.
4. ¡La comida!
Las nuevas visiones culinarias se fueron a la mente, pero también al torrente sanguíneo. Después de la colaboración de chefs, diseñadores, banqueros, consultores, estudiantes, amas de casa y (mi favorita, por mucho) una teóloga feminista, llegamos a unos resultados que se ven mejor expresados en imágenes que en descripciones verbales.
5. Las personas.
Algo en San Juan fue un evento hecho por personas genuinas precisamente para conectar a otras personas de la manera más genuina. Todos los ratos estuvieron llenas de conversación, comida y amistad.
Algo en Común busca formalizar el mercado de la inversión social, pero a hippies como yo les da mucha tranquilidad ver que esta formalización no consiste en olvidar el lado humano de la inversión social. Paula Hurtado dijo lo que se convirtió en mi aportación favorita del día: Algo en Común busca cambiar las reglas del juego fomentando las relaciones horizontales entre las personas, y quisieron plasmar eso en su evento inaugural.
En mi opinión, y creo que en la de todos los asistentes, esa meta se cumplió. Muchas gracias por el excelente sábado, y mucha suerte en todas las iniciativas que hoy se desprenden. Que delante de ustedes haya un camino lleno de oportunidades para generar la explosión de la inversión social en México.
Y, sobre todo, uno lleno de comida, amigos, y ratos de felicidad.
yO quiero felicitarlos por hacer estos blogs y encontraro hacer encotrar a la genete el camino maravilloso de nuestros mercados yo vivo en cancun y por su clima y su juventud ha pasado que desaparecieron los mercados ya no hay mas que supermercados perdiendo por completo lo maravilloso de estos sitios de encanto y color.Gracias por compartilo!